sábado, 2 de enero de 2016

CHINA PONE FIN A LA POLÍTICA DEL "HIJO ÚNICO"

Tras aprobar el Legislativo una enmienda que permite tener dos descendientes y cierra más de tres décadas con la prohibición de alumbrar más de un vástago.

Con un escueto comunicado, China ha puesto este jueves fin a décadas de su denostada política del "hijo único" e informó de que permitirá a todas las parejas casadas del país tener dos, una medida con la que espera revertir el rápido envejecimiento que padece su población.

La agencia oficial Xinhua fue la que dio la noticia tras el cierre del Plenario del Comité Central del Partido Comunista de China, una reunión de cuatro días durante la cual sus 205 miembros y 170 suplentes acordaron el 13º Plan Quinquenal.

Recordemos la política de un hijo por pareja

O política de hijo único, es una medida de control de la población establecida en zonas urbanas de China, vigente entre 1979 y finales de 2015, con el objeto de establecer un radical control de la natalidad que redujera el crecimiento de la población excesivo o superpoblación. China es el país más poblado del mundo, alberga la quinta parte de la población mundial.

El gobierno chino introdujo la política en 1978 para aliviar los problemas sociales y ambientales de China. La política fue polémica tanto dentro como fuera de China debido a las cuestiones que plantea; debido a la manera en la cual se ha aplicado (para algunas personas agresiva), y debido a preocupaciones por consecuencias económicas y sociales negativas. No obstante, exámenes reciente emprendidos por el centro de investigación del banco de China, demostraron que cerca del 75% de la población, apoya la política.


La política se hace cumplir a nivel provincial a través de multas que se imponen en la renta o pago de la familia y de otros factores.





China "abandona la política del hijo único"

Este importante documento, que verá la luz el año que viene, contiene las guías maestras de la política económica y social que seguirá el país entre los años 2016 y 2020. En el texto, Xinhua declaraba que China "abandona la política del hijo único" y "pondrá en marcha otra que permita a cada pareja tener dos hijos como respuesta proactiva al envejecimiento de su población", aunque en ningún momento da detalles de cómo se implementará.

Durante meses se ha estado especulando acerca de la posibilidad de que Pekín abandonara su controvertida medida de planificación familiar, ya que cada vez más estudios y expertos alertaban de la "bomba de relojería" que se está fraguando en el país.

Luego de 35 años, China anunció el fin a su política del hijo único para apostar al crecimiento interno. La medida parte del programa de reformas socioeconómicas que apuntan a una economía más centrada en el consumo y menos dependiente de las exportaciones. Hoy en día China enfrenta una crisis en su tasa de natalidad femenina porque la mayoría de las familias preferían que su único hijo fuera varón.

En la actualidad, el gigante asiático cuenta con una población superior a los 1.300 millones de personas. El problema es que una parte está envejeciendo con rapidez mientras que la mano de obra disponible disminuye a un ritmo considerable. Ya en 2012, por primera vez en décadas, la población en edad de trabajar -aquellos entre los 15 y los 59 años- cayó, y esta tendencia se ha mantenido por tres años consecutivos, registrándose en 2014 un descenso de 3,7 millones. Varios estudios, entre ellos uno de Naciones Unidas, estiman que en el año 2050 habrá en el país cerca de 440 millones de personas mayores de 60 años.

Todos coinciden en señalar que dicha cantidad supondrá una presión enorme para los recursos del Estado, por lo que necesitaban invertir la tendencia cuanto antes. Al conocerse la noticia, el destacado experto en el cambio demográfico y social en China Wang Feng calificó el hecho de "evento histórico", aunque reconoció que los desafíos del envejecimiento de la población se mantendrán. "Hemos tenido que esperar demasiado tiempo para esto", declaró a France Press, "pero cambiará el carácter de muchas familias jóvenes"

.Sin embargo, no todos son tan optimistas ante la buena nueva, y hay demógrafos y economistas que dicen que la reforma traerá consigo pocos cambios, ya que llega demasiado tarde para resolver la amenaza de crisis laboral. "La gente se casa tarde o no se casa, y muchos optan por tener pocos hijos o ninguno debido al coste de la vida", declaró un usuario de Weibo (el Twitter chino).  "No me puedo permitir ni el criar a uno, así que mucho menos dos", se quejaba otro. 





Se estima que, desde que se puso en marcha a finales de los 70, el Gobierno chino ha evitado 400 millones de nacimientos. Durante todos estos años, escudándose en su importancia para facilitar el despegue económico de la nación, las autoridades han recurrido en múltiples ocasiones a la violencia para acabar con los embarazos, y son miles los casos de esterilizaciones, abortos forzosos e infanticidio sufridos por su población.

Con los años, la legislación -que ya contemplaba excepciones para el medio rural y las minorías étnicas- se fue relajando, y en 2013 se aprobó una nueva norma que autorizaba tener dos vástagos a las parejas en las cuales al menos uno de los miembros fuera hijo único.

Sin embargo, los resultados de esta medida han sido decepcionantes para las autoridades, y algunos expertos auguran que lo mismo puede suceder con la normativa recién anunciada. No en vano, a mediados de este año, de los 11 millones de parejas que cumplían con los requisitos necesarios para tener dos hijos, tan solo 1,5 millones habían solicitado el permiso para ello, una ratio que queda muy por debajo de lo que los legisladores del país esperaban.

 El porqué, según algunos de los interesados: la costumbre de tener sólo un niño, el coste económico de su crianza o la presión que supone tener un hijo en una sociedad tan competitiva como la china.

Ahora queda por ver cuáles son las consecuencias, no sólo económicas, sino también desde el punto de vista político y social. Consultado por el diario 'The Guardian', el demógrafo de la Universidad de Oxford Stuart Gietel-Basten lo tenía claro. ·De alguna manera, desde una perspectiva política pragmática, cambiar la regla (de hijo único) es bueno para el partido. A nivel demográfico está bien, aunque no es para tanto. Pero a nivel humano, el que una pareja pueda tener un segundo hijo si quiere es obviamente muy importante·.

También queda quien piensa que hay espacio para mejorar y que en el futuro el Partido Comunista deberá cambiar aún más. Es el caso de William Nee, investigador de Amnistía Internacional sobre derechos humanos en China, quien en un comunicado dio la bienvenida a la decisión, pero pidió al país asiático "que termine de una vez con el control sobre las decisiones de las personas".


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