lunes, 31 de octubre de 2016

ENRIQUE PEÑA NIETO

Enrique Peña Nieto - 62° Presidente de México

(Atlacomulco, 1966) Político y abogado mexicano, Presidente (2012-) y gobernador del Estado de México (2005-2011)
Mandato: 1 diciembre 2012 - En ejercicio
Nacimiento: Atlacomulco, estado de México, 20 de julio de 1966
Partido político: Partido Revolucionario Institucional (PRI)
Profesión: Abogado

 Enrique Peña Nieto nació en el seno de una familia con larga tradición en la política; su bisabuelo, Severiano Peña, fue alcalde de la villa de Acambay en cuatro ocasiones entre 1914 y 1923; un primo hermano de su padre, Alfredo del Mazo González, fue gobernador del Estado de México. También un pariente algo más lejano de su madre fue gobernador del Estado de México: Arturo Montiel Rojas, a quien por cierto sucedió en el cargo.

En 1984 ingresó en la Universidad Panamericana para cursar estudios de derecho, licenciándose con la tesis Álvaro Obregón y el presidencialismo moderno. Entre 1988 y 1990 ejerció la docencia en la misma universidad, y más tarde realizó una maestría de postgrado en Administración de Empresas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey.

Ya antes, durante su etapa de educación secundaria, se había interesado por la política: en 1981 llegó a colaborar como repartidor de panfletos electorales en la campaña del candidato Alfredo del Mazo González. Se afilió al Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 1984, el mismo año de su ingreso en la universidad. En años sucesivos trabajó de forma puntual como abogado en varias empresas, bufetes y organismos oficiales, hasta que en 1990, mientras cursaba el postgrado en Monterrey, fue nombrado secretario del Movimiento Ciudadano de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) en uno de sus distritos, y a continuación representante de la comisión coordinadora de convenciones para la Asamblea Municipal del Frente Juvenil Revolucionario (FJR, las juventudes del PRI) en otro distrito local.

En años posteriores desempeñó otros diversos cargos (delegado del Frente de Organizaciones y Ciudadanos en varios municipios de su estado, instructor del Centro de Capacitación Electoral del PRI), y en 1993 fue designado tesorero del Comité de Financiamiento del Comité Directivo Estatal del PRI durante la campaña electoral del candidato a gobernador Emilio Chuayffet Chemor. 

Tras la victoria del candidato, trabajó durante cinco años en la estructura administrativa del Estado de México como secretario particular del secretario de Desarrollo Económico, Juan José Guerra Abud (1993-1998). En 1993 conoció a la que sería su primera esposa, Mónica Pretelini, por entonces presidenta de la Asociación de Colonos de Tecamachalco, con quien contrajo nupcias al año siguiente y con la que tendría tres hijos.

En 1999 volvió a colaborar en la preparación de las contiendas electorales, en esta ocasión como subcoordinador financiero de la campaña de Arturo Montiel Rojas, quien, a la postre, saldría también vencedor en las elecciones para gobernador del Estado de México. De nuevo en los años siguientes ejerció diversos cargos institucionales relevantes dentro de la administración del Estado de México: fue secretario particular del nuevo secretario de Desarrollo Económico, Carlos Rello Lara, y presidente del consejo del Instituto de Seguridad Social del Estado de México. También accedió al Instituto Nacional de Administración Pública y fue miembro de los consejos de administración de varios organismos públicos.

En septiembre de 2003 consiguió un escaño de diputado por la circunscripción de su Atlacomulco natal, en la LV legislatura de la Cámara de Diputados del Estado de México, donde ejerció hasta septiembre de 2004 como coordinador de su grupo parlamentario, y a partir de ese año como presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso Local. Al mes siguiente se abrió el proceso de primarias para la elección del candidato del PRI a ocupar el cargo de gobernador del Estado de México. De la docena de aspirantes, Peña Nieto fue, al postre, el único que en enero de 2005 se registró como tal. Meses después se formalizaba su candidatura en coalición con el Partido Verde Ecologista de México.

Las elecciones tuvieron lugar el 3 de julio de 2005, y en ellas Enrique Peña Nieto se alzó con la victoria con el 49 % de los votos. El candidato de la alianza conformada por el Partido Acción Nacional (PAN) y Convergencia, Rubén Mendoza Ayala, obtuvo el 25,6 %, mientras que Yeidckol Polevnskyy, de la coalición Unidos para Ganar (conformada por el Partido de la Revolución Democrática y el Partido del Trabajo), recibía el 25,11 % de los sufragios. El 15 de septiembre tomó oficialmente posesión de su cargo como gobernador del Estado de México.

Una de las cuestiones más relevantes durante los seis años de su mandato fueron las relaciones y el trabajo común con las administraciones y dirigentes del Distrito Federal de la Ciudad de México. Asuntos como el transporte urbano, la creación de empleo, la educación, la seguridad o la protección del medio ambiente fueron asiduamente tratados en las reuniones de trabajo que le unieron en numerosas ocasiones con Marcelo Ebrard, jefe de gobierno del Distrito Federal y miembro del Partido de la Revolución Democrática (PRD). El 10 de enero de 2007 falleció su esposa; casi dos años después, el propio Peña confirmaba la noticia de que había entablado una nueva relación sentimental con una famosa actriz de telenovela, Angélica Rivera, a la que había conocido en abril de 2008 y con quien contrajo segundas nupcias el 27 de noviembre de 2010.

Entretanto, y a medida que avanzaba su gestión, creció su interés por saltar a la política nacional como candidato del PRI a la presidencia. En septiembre de 2011 oficializó su aspiración a la candidatura; el 27 de noviembre presentó en la sede de su partido la documentación, y el 17 de diciembre el PRI lo proclamó candidato único. Con la candidatura de Peña Nieto, el PRI pretendió dotarse de una imagen de renovación y modernidad alejada de los lastres de corrupción, anquilosamiento burocrático y opacidad informativa que habían propiciado su derrota electoral en el año 2000. A tal fin contribuyó también la alianza electoral trenzada con el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), que junto con los priístas formó la coalición Compromiso por México. Doce años con dos presidentes del Partido de Acción Nacional (PAN), Vicente Fox y Felipe Calderón, habían transcurrido sin que el PRI lograse retomar el poder que previamente había ejercido, con métodos no siempre legales, durante siete décadas de la historia mexicana.

Como no podía ser de otro modo, la lucha contra el crimen organizado figuró en lugar estelar entre los mensajes de campaña de todos los políticos en liza. El pobre bagaje que en este delicado asunto acaudalaba la administración del presidente Calderón limitaba las posibilidades electorales de su correligionaria, Vázquez Mota, e incrementaba las de Peña Nieto. La plaga de la violencia, que mantenía algunos estados mexicanos en una situación calificable de tierra de nadie, donde el Estado se veía imposibilitado para implantar su plena autoridad, sepultó, junto a sus 55.000 víctimas mortales, todos los logros alcanzados por las dos administraciones panistas en materia de estabilidad macroeconómica y de modernización de la administración y el sistema productivo.

La desigualdad también figuró en los programas de todos los contendientes a la presidencia. Los moderados índices de crecimiento del PIB nacional (en torno al 2,3 % de media desde 2006) no consiguieron la promoción económica y social de los sectores más desfavorecidos de la población. En 2011, alrededor del 42 % de los mexicanos vivía bajo el umbral de la pobreza y un 30 % de la población activa se empleaba en el sector informal. Para remediar esta situación, las propuestas de todos los candidatos, aunque numerosas, fueron sumamente vagas.

Cabe reseñar además la irrupción social, previa a la campaña electoral pero muy activa durante la misma, del movimiento de protesta estudiantil Yo Soy 132, surgido como reacción social apartidista contra la corrupción y la violencia. Catapultado a la primera línea de la actualidad por las redes sociales, Yo Soy 132 se inspiraba en los movimientos de oposición civil surgidos en el mundo árabe o España. Durante la campaña tomó una posición de fuerte rechazo al PRI, al insistir en la responsabilidad política de Peña Nieto en el llamado caso Atenco, una intervención de la policía del Estado de México en el pueblo de San Salvador Atenco, que se saldó con dos fallecidos y decenas de detenciones ilegales.

La actividad de Yo Soy 132 no logró evitar la victoria de PRI, ni tampoco pudo revocarla el candidato de la izquierda, Andrés Manuel López Obrador, quien impugnó los comicios ante la autoridad electoral, alegando que se había cometido un fraude masivo, sobre todo mediante la compra de votos. El recurso del ex regente de la Ciudad de México fue desestimado en agosto por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, que confirmó el triunfo de Enrique Peña Nieto. La Corte sancionó este resultado oficial: Peña Nieto, 38,02 %; López Obrador, 31,07; y Josefina Vázquez Mota, 25,45 %.

Fue elegido y ratificado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el 29 de agosto de 2012, tras la impugnación presentada. Rindió protesta (Es decir al tomar posesión de su cargo se sometió a la voluntad a la de la ciudadana) al cargo el 1 de diciembre de 2012.

Empezó a hacer presidente el 2012 y su sexenio de termina el en 2018

Sus propuestas: Se ha comprometido a conseguir los cinco objetivos que forman el grueso de su programa electoral:

1.    Reducir un 50% la tasa de homicidios y secuestros.
2.    Reducir la pobreza.
3.    Generar más empleo
4.    Mejorar la educación
5.    Devolver a México el liderazgo que le corresponde en el mundo.
6.    Crear tribunales especializados para dirimir diferencias de competencia.
7.     Incrementar tres veces la inversión de ciencias y tecnología.
8.    Impulsar reformas estructurales

Sus propuestas no logradas

1 Más seguridad
2  No subir el precio de la gasolina
3 Más empleos
4 más productividad del agro

Como  presidente su porcentaje de aprobación indicaba que alrededor del 74% de los mexicanos desaprobaban su gestión. la valoración de los mexicanos de Peña Nieto, en todas las áreas de la política doméstica, había caído desde su llegada al poder. De un 50% de aprobación a un 23%.

Tras una polémica trayectoria los siguientes escándalos  afectaron de lleno al presidente Enrique Peña Nieto.

El presidente de México con diversas crisis en el ámbito económico y social  encamina su mandato hacia el fracaso, que han provocado la inminente debacle del Gobierno de Enrique Peña Nieto.

Su  Falta de iniciativa y responsabilidad. El Gobierno de Peña Nieto ha rechaza asumir cualquier tipo de responsabilidad ante todos los desafíos que ha visto su mandato, tales como el caso Iguala, la fuga del Chapo Guzmán y el escándalo de la Casa Blanca.

Su responsabilidad en el no funcionamiento del Pacto por México, que es el consenso interpartidista que fue un acuerdo político nacional firmado el 2 de diciembre de 2012 entre Peña Nieto y los presidentes de los tres mayores partidos (PRI, PAN y PRD, en orden Partido Revolucionario Institucional, Partido Acción Nacional y Partido de la Revolución Democrática) para fortalecer el Estado mexicano.

Se le acusa a Nieto su fFalta de sentido en su sucesión. Los cambios en el gabinete del presidente están "lejos de ser un mensaje de fortaleza", y reflejan que "no sabe para qué quiere a cada colaborador". Así, en 2011, ante la amenaza de una división, Peña Nieto nombró como su sucesor en el gobierno del estado de México al exalcalde de Ecatepec, Eruviel Ávila, y en 2015 cedió la presidencia del partido PRI a Manlio Fabio Beltrones.

Nieto presenta un  presidencialismo vulnerable. Los dos primeros años de su mandato, Enrique Peña Nieto impuso una serie de reformas estructurales con el fin de entregar el control de las políticas energética, financiera, fiscal, político-electoral, de telecomunicaciones, laboral, educativa, de desarrollo social y en la lucha anticorrupción al Poder Ejecutivo, sin embargo, por la debilidad propia del gobierno no ha podido asumir la responsabilidad y estos sectores se encuentran en crisis.

La ira social. Trágicos acontecimientos  han sacudido México, como los casos de Tlatlaya, Ayotzinapa y Apatzingán con desapariciones, asesinatos de periodistas y activistas de derechos humanos, lo que ha provocado la indignación del pueblo mexicano que ha realizado una serie de protestas contra el aumento de la violencia y la inacción del Gobierno.

Durante su mandato a Nieto se le acusa de corrupción. En el tercer año de la Administración de Peña Nieto se exhibieron los mayores escándalos de corrupción, casos como: Casa Blanca, Malinalco, OHL, Ixtapan de la Sal, entre otros. Así la corrupción en el Gobierno no es solo un rumor y se considera uno de los mayores problemas del país.

 La fuga del narcotraficante mexicano  el Chapo El pueblo pierde  de la confianza: En casi todas las encuestas, más del 70 por ciento de los ciudadanos consultados no cree en la versión oficial de la huida de Guzmán Loera a través de un túnel. Este caso ha demostrado la gran debilidad del Gobierno de Peña Nieto.

La reforma energética como la reforma más importante ha sido un fracaso al adjudicar solo 2 de las 14 iniciativas.

Bajo su gobierno el país se encuentra en una crisis de seguridad pública y nacional. De los ocho carteles que existían al inicio de la Administración de Peña Nieto, ahora hay 13 grupos criminales, según informes de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en ingles) y de la propia la Procuraduría General de la República (PGR).

 La militarización de la lucha contra el crimen organizado durante el tercer año del mandato de Peña Nieto ha demostrado su agotamiento total.

La esposa de Peña Nieto, la actriz Angélica Rivera, que está involucrada en el conflicto de interés de la famosa Casa Blanca ha pasado de elevar la popularidad de su esposo a agravar el déficit de confianza.

También el gobierno de Peña Nieto ha sido acompañado por las violaciones de derechos humanos, especialmente por las masacres de Tlataya, en el Estado de México y la de los normalistas en Iguala. Por un lado tenemos una indiferencia del poder ejecutivo al tema de los derechos humanos y de la seguridad, por el otro denota una serie de corruptelas que impiden la solución de fondo de dichos problemas.

                   El propio ejecutivo federal se encuentra una situación de poca credibilidad moral al ser investigadas periodísticamente, una serie de alianzas con la constructora Grupo Higa y sus filiales, que comprometen en un conflicto de intereses a la presidencia de la República y que podrían tipificar incluso un delito.

El escándalo estalló cuando se demostró la pertenencia a la familia Peña-Rivera de una casa en la exclusiva zona residencial de Las Lomas de Chapultepec, que está valuada en siete millones de dólares y que fue construida por el mencionado consorcio de la construcción. Eso estaba aunado a una licitación que muy sospechosamente se había adjudicado a ese grupo del tren México-Querétaro. Finalmente la licitación fue cancelada y la casa puesta a la venta, pero no se generó ninguna responsabilidad jurídica de Enrique Peña Nieto.

Pero, además los nexos con grupo Higa no quedan aquí. Tuvo contratos millonarios para remodelar el hangar presidencial del aeropuerto y realizar el acueducto de Monterrey VI, así como muchas otras contrataciones substanciosas de las que se ha beneficiado desde el gobierno estatal que lideró Peña en el Estado de México. Este grupo también tiene una relación evidente de compadrazgo con el secretario de Hacienda Luis Videgaray, a quien también le construyó una costosa casa en Malinalco.

VER: Entrevista con Enrique Peña Nieto 



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