martes, 31 de enero de 2017

VIAJE AL INTERIOR DEL CUERPO HUMANO

El increíble viaje de la VIDA, desde el nacimiento, pasando por la primera infancia, la niñez, la pubertad, la edad adulta y el progresivo envejecimiento, hasta la ancianidad.

La increíble transformación del organismo a lo largo de nuestra vida

 Recurriendo a la vanguardia en imágenes aplicadas a la medicina, a lo último en técnica de animación y a representaciones digitales en tres dimensiones nos embarcaremos en el extraordinario viaje a través de nuestro cuerpo. Esta no es solo la historia de una vida en concreto , es el relato de nuestra existencia contada desde una perspectiva única , desde el interior de un organismo vivo.

Al nacer, nuestros pulmones no habían inhalado aire hasta el momento de nuestro nacimiento, estaban anegados de líquido amniótico, corremos el riesgo de morir asfixiados. En la parte superior de nuestros riñones las glándulas suprarrenales inundan la corriente sanguínea de adrenalina, los músculos que necesitan oxígeno repentinamente empiezan a contraerse, nuestros pulmones son un estallido de vida, realizamos nuestra primera inspiración, es el acto aeróbico más importante de nuestra vida, lo repetiremos unos 700 millones de veces más. El aire pasa por la tráquea y fluye a través de miles de ramificaciones, los bronquios, y de ahí hasta los treinta millones de miles de compartimientos de aire, los alveolos, estos absorben el oxígeno hacia nuestra sangre y expulsan el dióxido de carbono que exhalamos en cada respiración, es entonces cuando el cordón umbilical, el vínculo físico entre la madre y el niño puede ser cortado.

El organismo del bebé tiene qué adaptarse a vivir fuera de la matriz, es un momento decisivo y peligroso. Nuestro corazón no más grande que una nuez, lleva ya ocho meses latiendo, sin embargo en los primeros días de vida surge un pequeño problema. Existen dos orificios, uno en la aorta y otro en el mismo corazón, de hecho estas dos aberturas no son anomalías, son un vestigio de nuestra existencia antes de nacer, cuando la sangre circulaba a través de un sistema de vasos sanguíneos hasta la placenta, el cometido de estas cavidades era desviar la sangre de nuestros inactivos pulmones pero ahora que estos están a pleno rendimiento quedan selladas para siempre. Ahora el corazón funciona con normalidad, bombea la sangre a través de las decenas de miles de vasos sanguíneos.

 El resto de nuestros órganos entran también en escena. El hígado realiza 500 funciones diferentes, desde generar el calor corporal  hasta procesar las toxinas. La función de los riñones es mantener el nivel de agua en el organismo. El tracto digestivo a de limpiar sus conductos preparándose para ingerir su primer alimento . Nuestros intestinos están repletos de líquido amniótico digerido y  células muertas , una sustancia viscosa como el alquitrán y un color negro verdoso llamada meconio, además  es corrosivo. En algunos recién nacidos el meconio puede introducirse en los pulmones y dañar su delicada pleura, sin embargo, aquí en los intestinos resulta inofensivo y es evacuado en cuestión de horas. Las primeras ingestas de leche materna aceleran este proceso. Puede que ya haya superado el trauma de nacer , pero el problema de adaptarse a vivir fuera de la placenta no ha hecho nada más que empezar.


 La infancia es un periodo de rápido crecimiento tanto por fuera como por dentro. Dentro de cada célula existe ese mismo motor extraordinario, una máquina que le indica a cada una de ellas como  a de crecer y qué funciones a de llevar a cabo, es el ADN y es único en cada persona. El ADN es la impronta química de nuestra adversidad, las instrucciones que crea cada nuevo ser humano y que se harán patentes a lo largo de nuestra vida. El ADN no solo determina nuestro aspecto y forma  de ser, también establece el devenir de nuestra existencia, decide cuando creceremos, cuando nos desarrollaremos, cuando envejeceremos y cuándo moriremos. Pero nuestra vida también viene forjada por todo lo que nos rodea y por la gente por la que la compartimos .

La región del cerebro que regula la temperatura, el hipotálamo, aún no se ha desarrollado, nuestro cerebro de bebé está bajo presión, está realizando cien billones de cálculos simultáneos por segundo. Nuestro hipotálamo no puede abarcar la tarea extra de mantenernos también calientes. En ese momento corremos el riesgo de sufrir una hipotermia.

La mayoría aprendemos a hablar en nuestro primer año de vida pero a los dos años lo hacemos a una media de diez palabras por día. El área de broca, situada en la parte inferior del lóbulo frontal izquierdo del cerebro, involucrada en el procesamiento del lenguaje, esta zona nos permite elaborar frases y  formar pensamientos complejos.

El proyecto vital diseñado por nuestro código genético incluye un retraso en nuestro desarrollo sexual para darnos tiempo suficiente para un determinado fin, aprender. Nos lleva más de una década adquirir los conocimientos necesarios para convertirnos en adultos y finalmente en padres, nuestra niñez está dedicada principalmente a aprender.

El paso de los años viene a ser desde el nivel celular una constante generación de células que llegan para poder reemplazar a las que les dieron vida.

Podremos reconocer a través de todo este pasaje interior:

La importancia que conlleva recibir una vacuna para fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Cómo empieza nuestra pubertad.

La química de las emociones cuando conocemos a quien elegimos como nuestra pareja sexual y de vida.

La importancia de regular la cantidad de comida que ingerimos con el pasar de los años.

 Quiénes son los que se encargan de metabolizar los azúcares y las grasas para conservar nuestra salud.

Y de la misma manera podremos darnos cuenta de qué es lo que ocurre en nuestro interior momentos antes de nuestra muerte y horas después de ésta.


Al emprender un viaje fascinante: de la mano de los productores del aclamado documental “En el vientre materno”, descubra cómo se desarrolla y transcurre la vida humana día a día, del primer sollozo al aliento final, y desde una perspectiva nunca vista anteriormente: el interior de nuestro cuerpo. Rodado con cámaras microscópicas, con la tecnología médica más avanzada y las recreaciones digitales más sofisticadas, “Viaje al interior del cuerpo humano” es una visión única y diferente que nos muestra de manera extraordinaria cómo crecen y maduran nuestros cuerpos, desde la infancia, pasando por la pubertad y la edad adulta, hasta la vejez. 












EDICIÓN: Erika Rojas Portilla


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